En el año 2010, Chile fue testigo de uno de los casos más impactantes y misteriosos de su historia policial: la desaparición y muerte de Viviana Haeger en Puerto Varas. Este caso, conocido como 42 días en la oscuridad, mantuvo en vilo a todo el país durante semanas, hasta que finalmente se llegó a una conclusión. En este artículo, te contaré todos los detalles y el desenlace de esta historia policial que conmocionó a Chile.
El caso Haeger: la desaparición y muerte de Viviana Haeger en Puerto Varas
Todo comenzó el 29 de junio de 2010, cuando Viviana Haeger, una reconocida empresaria y dueña de una hostería en Puerto Varas, desapareció sin dejar rastro. Su esposo, Jaime Anguita, fue quien denunció su desaparición a la policía, y de inmediato se inició una intensa búsqueda para encontrarla.
La búsqueda mediática de Viviana Haeger
La desaparición de Viviana Haeger generó una gran atención mediática, tanto a nivel local como nacional. Los medios de comunicación se hicieron eco de la noticia y comenzaron a difundir su fotografía y detalles sobre su vida y personalidad. Se realizaron entrevistas a familiares, amigos y conocidos, con la esperanza de obtener alguna pista que pudiera ayudar a encontrarla.
La comunidad de Puerto Varas se unió en la búsqueda de Viviana Haeger, organizando marchas y vigilias en su honor. La solidaridad y el apoyo de la gente fueron fundamentales para mantener viva la esperanza de encontrarla con vida.
El descubrimiento del cuerpo de Viviana Haeger en el entretecho de su casa
Después de 42 días de intensa búsqueda, el 10 de agosto de 2010, el cuerpo de Viviana Haeger fue encontrado en el entretecho de su propia casa. Fue un hallazgo impactante y desgarrador, que dejó a todos conmocionados.
Las autoridades realizaron una exhaustiva investigación en la escena del crimen, recopilando pruebas y evidencias que pudieran ayudar a esclarecer lo sucedido. Se realizaron autopsias y análisis forenses para determinar la causa de la muerte de Viviana Haeger.
Inicialmente se consideró como un suicidio
En un primer momento, las autoridades consideraron la posibilidad de que Viviana Haeger se hubiera quitado la vida. Se encontraron indicios que apuntaban en esa dirección, como notas de despedida y la presencia de medicamentos en su organismo.
Sin embargo, esta teoría fue puesta en duda por la familia y amigos de Viviana Haeger, quienes aseguraban que ella no tenía motivos para quitarse la vida. Además, se cuestionaba cómo había logrado ingresar al entretecho de su casa, un lugar de difícil acceso.
Reapertura del caso en 2015 debido a la confesión del carpintero José Pérez Mancilla
El caso Haeger dio un giro inesperado en 2015, cuando el carpintero José Pérez Mancilla confesó haber participado en la muerte de Viviana Haeger. Según su testimonio, él había sido contratado como sicario por Jaime Anguita, esposo de Viviana, para cometer el crimen.
Esta confesión llevó a la reapertura del caso y a la realización de un nuevo juicio. Las autoridades investigaron a fondo las declaraciones de Pérez Mancilla y buscaron pruebas que respaldaran su versión de los hechos.
Pérez Mancilla confesó haber matado a Viviana Haeger como sicario contratado por Jaime Anguita
En el juicio, José Pérez Mancilla reafirmó su confesión y detalló cómo había llevado a cabo el asesinato de Viviana Haeger. Según su testimonio, él había sido contratado por Jaime Anguita para cometer el crimen, a cambio de una suma de dinero.
Pérez Mancilla explicó que había ingresado a la casa de Viviana Haeger por una ventana del entretecho, donde la esperaba para atacarla. Utilizó un objeto contundente para golpearla y luego la estranguló. Después, colocó su cuerpo en el entretecho y se marchó del lugar.
Condena de José Pérez Mancilla a 10 años de presidio
Como resultado de su confesión y de las pruebas presentadas en el juicio, José Pérez Mancilla fue condenado a 10 años de presidio por el asesinato de Viviana Haeger. Su testimonio fue considerado creíble y consistente, y las pruebas respaldaban su versión de los hechos.
La condena de Pérez Mancilla fue recibida con alivio por parte de la familia y amigos de Viviana Haeger, quienes finalmente encontraron un poco de justicia para su ser querido.
Absolución de Jaime Anguita en su juicio por falta de pruebas sólidas
A pesar de la confesión de José Pérez Mancilla y su condena, Jaime Anguita fue absuelto en su juicio por falta de pruebas sólidas en su contra. Las autoridades no lograron encontrar pruebas contundentes que lo vincularan directamente con el asesinato de Viviana Haeger.
Esta absolución generó controversia y descontento entre la familia y amigos de Viviana Haeger, quienes consideraban que Jaime Anguita era el responsable de su muerte. Sin embargo, la justicia determinó que no había pruebas suficientes para condenarlo.
Demanda de la familia Anguita al estado de Chile por daños y presuntas torturas en prisión
Después de la absolución de Jaime Anguita, la familia decidió presentar una demanda contra el estado de Chile por daños y presuntas torturas sufridas por él durante su tiempo en prisión. Alegaban que había sido sometido a malos tratos y violaciones a sus derechos humanos.
La demanda generó un gran debate en la opinión pública, dividiendo a la sociedad entre quienes apoyaban a la familia Anguita y quienes consideraban que la demanda carecía de fundamentos.
Desestimación de la demanda por parte del Consejo de Defensa del Estado
Finalmente, el Consejo de Defensa del Estado desestimó la demanda presentada por la familia Anguita, argumentando que no existían pruebas suficientes para respaldar sus acusaciones de tortura y malos tratos.
Esta decisión fue recibida con desilusión por parte de la familia, quienes esperaban obtener justicia y reparación por lo que consideraban una injusticia sufrida por Jaime Anguita.
El caso Haeger, conocido como 42 días en la oscuridad, tuvo un desenlace impactante y lleno de controversia. Aunque José Pérez Mancilla fue condenado por el asesinato de Viviana Haeger, la absolución de Jaime Anguita y la desestimación de la demanda de la familia Anguita dejaron muchas preguntas sin respuesta y un sabor amargo en la búsqueda de justicia para Viviana Haeger.
