
La película «Voy a pasármelo bien» es una comedia romántica dirigida por David Serrano, quien también escribió el guión. La historia se centra en el primer amor del director, y está protagonizada por una joven llamada Laura, interpretada por la actriz Amaia Salamanca. El título de la película es una referencia a una canción de los Hombres G, una banda de pop español muy popular en los años 80.
La historia del primer amor del director
David Serrano ha declarado en varias entrevistas que «Voy a pasármelo bien» está basada en su propia experiencia de amor adolescente. La trama sigue los altibajos de la relación entre Laura y David, dos jóvenes que se conocen en un campamento de verano y se enamoran perdidamente. Sin embargo, su amor se ve amenazado por las circunstancias y los obstáculos que deben enfrentar.
La protagonista como el amor real del director
Una de las curiosidades de la película es que la protagonista, Laura, comparte el nombre con el amor real del director. Esto le da un toque personal y auténtico a la historia, ya que Serrano pudo plasmar sus propios sentimientos y emociones a través del personaje de Laura.
El protagonista y el padre del protagonista se llaman David
Otra coincidencia interesante es que tanto el protagonista masculino, interpretado por el actor Julián López, como el padre del protagonista, interpretado por el propio David Serrano, se llaman David. Esta elección de nombres puede ser interpretada como un reflejo de la conexión emocional que el director tiene con los personajes y la historia en general.
Una comedia romántica sin almíbar pegajoso
A diferencia de muchas comedias románticas convencionales, «Voy a pasármelo bien» evita caer en el almíbar pegajoso y los clichés típicos del género. El guión de Serrano se caracteriza por su frescura y autenticidad, y logra capturar de manera realista los altibajos emocionales de una relación adolescente.
Momentos desternillantes y emotivos
La película combina momentos desternillantes de humor con escenas emotivas que tocan la fibra sensible del espectador. El guión de Serrano logra equilibrar a la perfección estos dos elementos, creando una experiencia cinematográfica que te hace reír y emocionarte al mismo tiempo.
Disfrutable sin conocer a los Hombres G
Aunque el título de la película hace referencia a una canción de los Hombres G, no es necesario conocer o ser fan de la banda para disfrutar de la historia. «Voy a pasármelo bien» es una película independiente que puede ser apreciada por cualquier espectador, independientemente de su conocimiento sobre la música de los Hombres G.
Convertir la necesidad de un parón en una virtud
Durante el proceso de escritura del guión, David Serrano se vio obligado a hacer un parón en la historia debido a problemas de financiación. Sin embargo, en lugar de ver esto como un obstáculo, el director decidió aprovechar esta pausa para reescribir la parte adulta de la historia. Esta decisión resultó en una trama más sólida y coherente, y demostró la habilidad de Serrano para convertir la adversidad en una virtud creativa.
El productor «loco» que apoya las decisiones arriesgadas
Enrique López Lavigne, el productor de «Voy a pasármelo bien», es conocido en la industria por su apoyo a decisiones arriesgadas y autorales. Aunque algunos lo describen como «loco», su visión y confianza en el talento de Serrano fueron fundamentales para el éxito de la película. Lavigne respaldó las decisiones creativas del director y le permitió llevar a cabo su visión sin restricciones.
Un final no convencional defendido por el productor
Uno de los aspectos más destacados de «Voy a pasármelo bien» es su final no convencional. Sin entrar en detalles para evitar spoilers, el desenlace de la historia sorprende al espectador y desafía las expectativas del género romántico. Esta elección fue defendida por el productor Lavigne ante la compañía Sony, demostrando una vez más su apoyo a las decisiones arriesgadas y su confianza en la visión del director.
La ciudad y el escenario de la película
«Voy a pasármelo bien» se sitúa en una ciudad ficticia, ni muy grande ni muy pequeña, con un casco histórico y un festival de cine. Esta elección de escenario le da un ambiente encantador y pintoresco a la película, y permite que la historia se desarrolle en un entorno único y reconocible.
Valladolid elegida para el rodaje
Aunque David Serrano vivió su adolescencia en Albacete, decidió rodar «Voy a pasármelo bien» en Valladolid. El director eligió esta ciudad por su belleza y su ambiente acogedor, que encajaba perfectamente con la historia que quería contar. Además, Valladolid cuenta con una gran tradición cinematográfica, lo que hizo que el rodaje fuera aún más especial.
Historias fuera de las grandes ciudades
David Serrano ha expresado en varias ocasiones su preferencia por situar sus historias fuera de las grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla. Según el director, estas ciudades ya han sido exploradas en numerosas películas, y él prefiere centrarse en lugares menos conocidos y darles visibilidad a través de sus historias.
Buenas críticas y éxito de público
«Voy a pasármelo bien» ha recibido buenas críticas por parte de la prensa especializada, que ha elogiado la frescura y autenticidad de la historia, así como las actuaciones del elenco. Además, la película ha sido un éxito de público, recaudando más de dos millones de euros en taquilla. Este éxito demuestra el poder de una historia bien contada y la conexión que puede establecer con el público.
Perseverancia del director en su carrera
David Serrano ha demostrado una gran perseverancia en su carrera como director y guionista. A lo largo de los años, ha enfrentado películas denostadas o ignoradas por la crítica y el público, pero ha seguido trabajando y creyendo en su visión. «Voy a pasármelo bien» es un ejemplo de cómo la perseverancia puede dar sus frutos y llevar al éxito.
Un éxito de taquilla con más de dos millones de euros recaudados
El éxito de «Voy a pasármelo bien» en taquilla es un logro significativo para el director y el equipo de la película. A pesar de las dificultades y los obstáculos que enfrentaron durante el proceso de producción, lograron crear una película que conectó con el público y recaudó más de dos millones de euros. Este éxito no solo es un reconocimiento a su talento, sino también una prueba de que las buenas historias pueden triunfar en la industria cinematográfica.