
La paradoja de una sociedad igualitaria y pacifista
«The Giver» es una novela y película que plantea la paradoja y contradicciones de una sociedad igualitaria y pacifista que busca eliminar todo lo que cause angustia y violencia. En esta sociedad utópica, se ha eliminado la diferencia y la memoria de todo lo que ha causado angustia en el pasado. Sin embargo, esta aparente igualdad y paz esconde una serie de problemas y consecuencias negativas.
La eliminación de la diferencia y la memoria
En la sociedad retratada en «The Giver», se ha eliminado la diferencia y la individualidad en aras de la igualdad. Todos los miembros de la sociedad visten de la misma manera, tienen los mismos empleos y no se les permite tomar decisiones propias. Además, se les ha privado de la memoria de todo lo que ha causado angustia en el pasado, lo que impide que aprendan de los errores y eviten repetirlos en el futuro.
La violencia generada en nombre de la igualdad
Paradójicamente, en nombre de la igualdad, se genera una violencia aún más grave. En la sociedad utópica de «The Giver», se llevan a cabo prácticas como la eutanasia y la eliminación de bebés no deseados, todo en nombre de mantener una sociedad perfecta y sin problemas. Sin embargo, esta violencia enmascarada como igualdad y pacifismo es profundamente perturbadora y cuestionable.
El daño causado por la eliminación de la muerte y el deseo
En la sociedad utópica de «The Giver», se ha eliminado la muerte y el deseo. Los miembros de la sociedad no experimentan dolor ni sufrimiento, pero tampoco experimentan alegría ni pasión. Esta eliminación de las emociones y los deseos humanos es extremadamente perjudicial, ya que priva a las personas de una parte fundamental de su humanidad. Sin la muerte y el deseo, la vida se vuelve vacía y carente de significado.
La producción de seres humanos neutros y sin diferencias individuales
En la sociedad utópica de «The Giver», se produce a los seres humanos de manera artificial, eliminando cualquier diferencia individual. Todos los miembros de la sociedad son iguales en todos los aspectos, desde su apariencia física hasta sus habilidades y personalidades. Esta producción de seres humanos neutros y sin diferencias individuales no conduce a una sociedad más igualitaria, sino a una violencia intrínseca y desbordada. La falta de diversidad y la negación de la individualidad lleva a una sociedad opresiva y deshumanizadora.
La importancia de la memoria y la ley en la apropiación subjetiva
En «The Giver», se destaca la importancia de la memoria y la ley en la apropiación subjetiva de la realidad. Sin la memoria de los errores y las experiencias pasadas, es imposible aprender y crecer como individuos y como sociedad. Además, la ley juega un papel fundamental en la regulación de la conducta humana y en la protección de los derechos individuales. Sin una ley justa y equitativa, la sociedad se sumerge en el caos y la opresión.
La falta de verdadera libertad y fraternidad en la sociedad utópica
A pesar de su aparente igualdad y pacifismo, la sociedad utópica en «The Giver» carece de verdadera libertad y fraternidad. Los miembros de la sociedad no tienen la libertad de tomar decisiones propias ni de expresar sus emociones y deseos. Además, la fraternidad se ve socavada por la falta de empatía y conexión emocional entre los individuos. En lugar de una verdadera comunidad basada en el respeto y la solidaridad, la sociedad utópica se basa en el control y la uniformidad.
El control y la programación de los miembros de la sociedad
En «The Giver», se muestra cómo la sociedad busca controlar y programar a sus miembros. Desde una edad temprana, los individuos son condicionados para seguir las normas y reglas establecidas por la sociedad. Se les enseña a reprimir sus emociones y a conformarse a un modelo de comportamiento preestablecido. Este control y programación de los miembros de la sociedad niega su individualidad y autonomía, convirtiéndolos en meros autómatas.
La violencia peor que surge de la eliminación de la violencia
En «The Giver», se plantea la idea de que la eliminación de la violencia lleva a una violencia peor. Al negar la existencia de la violencia y reprimir cualquier forma de conflicto, la sociedad utópica crea un ambiente propicio para la violencia desenfrenada. Sin una salida saludable para la agresión y la frustración, estas emociones se acumulan y explotan de manera destructiva. La violencia peor surge cuando el otro y uno mismo están totalmente apropiados a un fin determinado, sin espacio para la empatía ni la compasión.
La importancia del vínculo con la alteridad para evitar la violencia peor
En «The Giver», se plantea la importancia del vínculo con la alteridad para evitar la violencia peor. El protagonista descubre que la única forma de evitar la violencia desenfrenada es estableciendo un vínculo con aquellos que son diferentes a él. A través de la empatía y la comprensión mutua, es posible deconstruir el origen de la violencia y construir una sociedad más justa y equitativa. El reconocimiento y la valoración de la alteridad son fundamentales para evitar la violencia peor y promover la paz y la fraternidad.
«The Giver» plantea una visión crítica de una sociedad utópica que busca eliminar todo lo que cause angustia y violencia. A través de la eliminación de la diferencia, la memoria y la individualidad, esta sociedad aparentemente igualitaria y pacifista genera una violencia aún más grave. La falta de verdadera libertad, fraternidad y conexión emocional, así como el control y la programación de los miembros de la sociedad, contribuyen a un ambiente opresivo y deshumanizante. Solo a través del reconocimiento y la valoración de la alteridad es posible evitar la violencia peor y construir una sociedad más justa y equitativa.