1- Sinopsis
Suspiria es una película de terror sobrenatural dirigida por Luca Guadagnino y escrita por David Kajganich. La película es un remake de la película italiana de 1977 del mismo nombre dirigida por Dario Argento. La trama sigue a una joven bailarina estadounidense llamada Susie Bannion (Dakota Johnson) que se une a una prestigiosa compañía de ballet en Berlín en la década de 1970. Sin embargo, pronto descubre que la compañía está dirigida por una secta de brujas que practican rituales oscuros y peligrosos.
La película comienza con una joven bailarina llamada Patricia (Chloë Grace Moretz) que llega a la oficina del psiquiatra Josef Klemperer (Tilda Swinton) para hablar sobre sus sospechas de que la compañía de ballet es en realidad una secta de brujas. Sin embargo, antes de que pueda revelar más información, Patricia desaparece misteriosamente.
Mientras tanto, Susie llega a Berlín y comienza a entrenar con la compañía de ballet. Pronto se hace amiga de la bailarina Sara (Mia Goth), quien también sospecha que algo extraño está sucediendo en la compañía. Juntas, comienzan a investigar y descubren que la compañía está dirigida por una poderosa bruja llamada Madame Blanc (Tilda Swinton).
A medida que la trama avanza, se revela que la compañía de ballet es en realidad una secta de brujas que practican rituales oscuros para invocar a una deidad llamada Mater Suspiriorum. La secta cree que Susie es la reencarnación de la diosa y planean sacrificarla en un ritual para obtener su poder.
2- Elementos Cinematográficos
La cinematografía, la música y la dirección son elementos clave que contribuyen al significado global de la película.
La cinematografía de Suspiria es impresionante y evocadora. La película está ambientada en la década de 1970 y la cinematografía refleja perfectamente la estética de la época. Los colores son vibrantes y saturados, lo que crea una sensación de irrealidad y surrealismo. La cámara se mueve de manera fluida y elegante, lo que refleja la gracia y la belleza del ballet.
La música también es un elemento importante en la película. La partitura original de Thom Yorke es oscura y atmosférica, lo que crea una sensación de tensión y misterio. La música se utiliza de manera efectiva para crear un ambiente inquietante y perturbador.
La dirección de Luca Guadagnino es impresionante. Él logra crear una atmósfera de tensión y misterio desde el principio de la película. La forma en que dirige a los actores es excelente, especialmente en el caso de Tilda Swinton, quien interpreta a tres personajes diferentes en la película.
3- Su Significado
Suspiria es una película compleja que trata sobre temas profundos y significativos. A continuación, se presentan algunos de los temas y mensajes que trascienden la trama principal:
– El poder de la feminidad: La película presenta una visión poderosa y positiva de la feminidad. Las brujas son retratadas como mujeres fuertes y poderosas que controlan su propio destino. La película también presenta una crítica a la opresión patriarcal y la violencia contra las mujeres.
– La dualidad: La película explora la dualidad de la naturaleza humana. Los personajes son retratados como seres complejos que tienen tanto aspectos buenos como malos. La dualidad también se refleja en la trama de la película, que presenta una lucha entre el bien y el mal.
– La culpa y la redención: La película presenta una visión compleja de la culpa y la redención. Los personajes están luchando con sus propios demonios internos y tratando de encontrar la redención. La película también presenta una crítica a la religión y la forma en que puede ser utilizada para controlar a las personas.
– La muerte y la transformación: La película presenta una visión de la muerte como un proceso de transformación. Los personajes que mueren en la película son retratados como seres que están siendo liberados de sus limitaciones humanas y transformados en algo más grande.
4- Final Explicado
El final de Suspiria es complejo y lleno de simbolismo. En el clímax de la película, la secta de brujas realiza un ritual para invocar a la diosa Mater Suspiriorum. Durante el ritual, Susie se transforma en la diosa y destruye a la secta.
El simbolismo en el final es profundo y significativo. La transformación de Susie en la diosa representa la idea de la muerte y la transformación. Susie se libera de su forma humana y se convierte en algo más grande y poderoso. La destrucción de la secta representa la idea de la liberación de la opresión y la violencia.
En última instancia, el final de Suspiria es una reflexión sobre la dualidad de la naturaleza humana y la lucha entre el bien y el mal. La película presenta una visión compleja y profunda de la feminidad y la redención. Es una película que invita a la reflexión y al análisis, y que sin duda dejará una impresión duradera en el espectador.
El clímax de la historia
El final de «Suspiria» es un momento de gran intensidad y revelación que marca el clímax de la historia. Después de una serie de eventos perturbadores y misteriosos, el desenlace final nos sumerge en un mundo de caos y horror.
La revelación del verdadero villano
En el desenlace de «Suspiria», se revela que Helena Markos, la líder de la academia de danza, es en realidad la verdadera villana de la historia. Durante toda la película, se nos ha presentado a Madame Blanc como la figura principal, pero en el último acto, descubrimos que ella ha estado trabajando en complicidad con Markos para llevar a cabo sus oscuros planes.
Esta revelación es impactante y cambia por completo nuestra percepción de los personajes. Nos damos cuenta de que Blanc ha estado manipulando a Susie, la protagonista, desde el principio, utilizando su talento para la danza como una herramienta para sus propios fines malévolos.
La resolución de los conflictos principales
En el desenlace de «Suspiria», se resuelven varios conflictos principales que han estado presentes a lo largo de la historia. Uno de ellos es el misterio detrás de las desapariciones y asesinatos en la academia de danza. Descubrimos que estos actos han sido llevados a cabo por Markos y sus seguidores, como parte de un ritual oscuro para mantener su poder y juventud.
Además, se resuelve el conflicto interno de Susie, quien ha estado luchando con su identidad y su conexión con las brujas. En el clímax de la historia, Susie se revela como la encarnación de la poderosa bruja Mater Suspiriorum, y utiliza su poder para destruir a Markos y liberar a las demás brujas de su control.
El simbolismo en el desenlace
El desenlace de «Suspiria» está lleno de simbolismo y significado. Uno de los elementos más destacados es el uso del color rojo, que ha estado presente a lo largo de toda la película y se intensifica en el clímax. El rojo simboliza la sangre y la violencia, y representa el caos y la destrucción que se desatan en la academia de danza.
Además, el desenlace también utiliza el simbolismo de la danza para transmitir su mensaje. La danza se convierte en una forma de expresión y liberación para Susie, quien utiliza sus habilidades como bailarina para derrotar a Markos y reclamar su poder como Mater Suspiriorum. La danza se convierte en una metáfora de la lucha entre el bien y el mal, y representa la fuerza y el poder de Susie como bruja.
Las interpretaciones posibles
El final de «Suspiria» deja espacio para diferentes interpretaciones y teorías. Algunos espectadores pueden ver el desenlace como una metáfora de la lucha entre el patriarcado y el feminismo, con las brujas representando a las mujeres que se rebelan contra un sistema opresivo.
Otros pueden interpretar el desenlace como una exploración de la dualidad humana y la lucha entre el bien y el mal. Susie, como Mater Suspiriorum, representa la capacidad de la humanidad para elegir entre la luz y la oscuridad, y su elección de destruir a Markos y liberar a las brujas puede verse como un acto de redención y liberación.
En última instancia, el significado y análisis del final de «Suspiria» depende de la interpretación individual de cada espectador. La película está llena de simbolismo y metáforas, lo que permite múltiples lecturas y debates sobre su mensaje y significado final.
