Crudo es una película francesa de terror y drama dirigida por Julia Ducournau. La película sigue la historia de Justine, una joven estudiante de veterinaria que descubre su adicción a la carne humana y se sumerge en un mundo oscuro y perturbador. A lo largo de la película, se revelan secretos familiares, se exploran las complejidades de la naturaleza humana y se plantea la pregunta de si ciertas inclinaciones pueden ser innatas. El final de Crudo es impactante y revelador, dejando al espectador con una sensación de inquietud y reflexión.
Descubriendo la adicción a la carne humana
La película comienza con Justine, una joven vegetariana, ingresando a la escuela de veterinaria donde su hermana mayor, Alexia, también estudia. Durante la semana de bienvenida, los estudiantes son sometidos a una serie de rituales de iniciación, incluyendo comer carne cruda. A pesar de su resistencia inicial, Justine es persuadida por su hermana y termina comiendo carne cruda por primera vez en su vida.
A partir de ese momento, Justine comienza a experimentar cambios en su cuerpo y en su apetito. Desarrolla una fuerte atracción por la carne cruda y se encuentra consumiendo carne humana en secreto. Esta adicción se vuelve cada vez más intensa y Justine se sumerge en un mundo de autodestrucción y violencia.
La hermana también se convierte en caníbal
A medida que Justine se adentra en su adicción a la carne humana, su hermana Alexia también se ve afectada. Después de un accidente en el que Alexia pierde un dedo, Justine se ve obligada a comerlo para evitar que se descubra su secreto. A partir de ese momento, Alexia también se convierte en caníbal y las dos hermanas se sumergen en una espiral de violencia y autodestrucción.
Secretos familiares al descubierto
A lo largo de la película, se revelan secretos familiares que contribuyen al desarrollo de la trama. Se descubre que la madre de Justine también era caníbal y que su padre ha estado ocultando esta información durante años. Estos secretos familiares arrojan luz sobre la adicción de Justine y Alexia, y plantean la pregunta de si la inclinación hacia la carne humana es hereditaria.
Una atracción inesperada
Además de lidiar con su adicción a la carne humana, Justine también se enfrenta a una atracción inesperada hacia su compañero de habitación gay, Adrien. A medida que su relación se desarrolla, Justine se encuentra luchando contra sus deseos y enfrentando la confusión de su propia identidad sexual. Esta subtrama añade una capa adicional de complejidad a la historia y muestra la lucha interna de Justine por aceptarse a sí misma.
El papel crucial del padre
En la última escena de la película, el padre de Justine juega un papel crucial. Después de descubrir que Justine y Alexia son caníbales, el padre decide ayudar a sus hijas a escapar de las consecuencias de sus acciones. En un acto de amor y protección, el padre se sacrifica para permitir que Justine y Alexia escapen impunes. Esta escena es impactante y muestra la complejidad de las relaciones familiares y el amor incondicional.
La naturaleza humana en cuestión
Crudo plantea la pregunta de si ciertas inclinaciones humanas pueden ser innatas. A lo largo de la película, se sugiere que la adicción a la carne humana puede ser hereditaria y que la violencia y la autodestrucción son parte de la naturaleza humana. Esta exploración de la naturaleza humana y sus impulsos más oscuros es perturbadora y desafiante, dejando al espectador cuestionando su propia humanidad.
Una película perturbadora y estéticamente impactante
Crudo es una película que no teme explorar los límites del género de terror. La película está llena de imágenes perturbadoras y escenas gráficas que desafían al espectador y lo obligan a enfrentarse a su propia incomodidad. Además, la estética de la película es impresionante, con una cinematografía modernista y una paleta de colores fría que refuerza la sensación de alienación y desesperación.
La prometedora directora Julia Ducournau
Julia Ducournau es una joven directora francesa que ha ganado reconocimiento por su trabajo en Crudo. Con esta película, Ducournau ha demostrado ser una voz única en el mundo del cine, capaz de crear películas perturbadoras y estéticamente impactantes. Su enfoque audaz y su habilidad para explorar temas tabú la convierten en una directora prometedora a tener en cuenta en el futuro.
El final de Crudo es impactante y revelador, dejando al espectador con una sensación de inquietud y reflexión. La película explora temas como la adicción, la violencia y la naturaleza humana, y plantea preguntas incómodas sobre la condición humana. Con una estética impresionante y una dirección audaz, Crudo es una película que no se olvida fácilmente y que deja una marca duradera en el espectador.
