La película «Una buena mujer (es difícil de encontrar)» cuenta la historia de una mujer joven que recientemente se ha quedado viuda y hará todo lo posible por proteger a sus hijos. La trama se desarrolla en una ciudad deprimida de Irlanda del Norte, donde la protagonista vive en un barrio afectado por la miseria que afecta a la clase media trabajadora.
La vida de la protagonista da un giro inesperado cuando se ve envuelta en una trama relacionada con el tráfico de drogas. A medida que intenta descubrir la verdad sobre el asesinato de su marido, se enfrenta a la asfixia y la falta de oportunidades que caracterizan a su entorno.
La película muestra de manera cruda y realista la realidad de los barrios desfavorecidos, donde la falta de oportunidades y la violencia son una constante. La protagonista se encuentra atrapada en un ciclo de pobreza y desesperación, luchando por proteger a su familia en un entorno hostil.
La trama se complica aún más cuando aparece un personaje relacionado con el tráfico de drogas, lo que añade un elemento de intriga y suspense a la historia. Sin embargo, el retrato psicológico de los delincuentes es superficial y estereotipado, lo que resta credibilidad a la trama.
A pesar de esto, la película está bien rodada y logra crear secuencias de tensión y suspense que mantienen al espectador enganchado. La violencia se muestra sin tapujos, lo que contribuye a crear un ambiente opresivo y peligroso.
Desafortunadamente, el final de la película es precipitado, previsible y poco creíble. Aunque la falta de oportunidades en los barrios desfavorecidos es un tema recurrente en la trama, los agentes de policía, el vigilante del supermercado y la trabajadora social no ofrecen una salida real a la protagonista.
La mujer se ve obligada a descender a los infiernos para proteger a su familia, enfrentándose a la violencia y la corrupción que caracterizan a su entorno. La película combina el drama social con la intriga criminal, creando un híbrido entre el cine de Ken Loach y el de Scorsese.
La narrativa de la película es seca y directa, reflejando el contexto de depresión social del barrio obrero. La ambientación es acertada y logra transmitir la sensación de desesperanza y desolación que caracteriza a la protagonista.
Destaca la actuación de Sarah Bolger en el papel principal, quien ofrece una interpretación destacada y conmovedora. Su actuación es una de las mejores del año y logra transmitir la angustia y la determinación de su personaje.
«Una buena mujer (es difícil de encontrar)» es una película que sorprende al espectador con su retrato crudo y realista de la vida en los barrios desfavorecidos. Aunque el final es decepcionante, la película logra transmitir la falta de oportunidades y la lucha por la supervivencia que caracteriza a la protagonista.