El final de la película «Logan» ha dejado a muchos espectadores con una mezcla de emociones. Por un lado, es el final de una era, ya que marca la despedida de Hugh Jackman como Wolverine, un personaje que ha interpretado durante casi dos décadas. Por otro lado, el desenlace de la película también tiene un significado más profundo y simbólico. En este artículo, exploraremos el verdadero significado del final de «Logan» y cómo se relaciona con la historia de Wolverine y los X-Men.
Despedida de Hugh Jackman como Wolverine
El final de «Logan» marca el final de una era para Hugh Jackman, quien ha interpretado a Wolverine en nueve películas de la franquicia de los X-Men. Durante casi dos décadas, Jackman ha sido la cara y la voz de este icónico personaje, y su interpretación ha dejado una huella imborrable en los fans de los cómics y del cine.
El desenlace de «Logan» es una despedida adecuada para Jackman, ya que muestra a Wolverine enfrentando su propia mortalidad y aceptando su destino. A lo largo de la película, vemos a un Wolverine envejecido y debilitado, luchando contra sus propios demonios internos y enfrentando la realidad de que su tiempo como Wolverine está llegando a su fin.
La despedida de Laura Kinney (X-23)
Uno de los aspectos más conmovedores del final de «Logan» es la relación entre Wolverine y Laura Kinney, también conocida como X-23. Laura es un clon de Wolverine y comparte muchas de sus habilidades y características. A lo largo de la película, vemos cómo se desarrolla un vínculo especial entre ellos, y al final, Laura le da a Wolverine la despedida que se merece.
En una escena emotiva, Laura toma la mano de Wolverine y le dice: «No tienes que luchar más». Esta frase resume el viaje de Wolverine a lo largo de la película, donde finalmente encuentra la paz y la redención. Es una despedida conmovedora y significativa, ya que Laura representa la próxima generación de mutantes y el legado que Wolverine deja atrás.
La cruz que forma una «X»
En una escena clave de «Logan», Laura toma una cruz y la da vuelta para formar una «X». Esta imagen simbólica representa a los X-Men, el grupo de mutantes al que Wolverine ha pertenecido durante tanto tiempo. La «X» ha sido el símbolo distintivo de los X-Men en los cómics y en las películas, y su presencia en el final de «Logan» es un recordatorio de la importancia de Wolverine en la historia de los mutantes.
La cruz que Laura da vuelta también puede interpretarse como un acto de rebelión y resistencia. A lo largo de la película, vemos cómo los mutantes están siendo perseguidos y exterminados, y la acción de Laura puede ser vista como un gesto de desafío hacia aquellos que intentan acabar con ellos. Es un recordatorio de que los mutantes no se rendirán fácilmente y que su legado vivirá en aquellos que continúen luchando por la justicia y la igualdad.
Wolverine y la «X» en su tumba
En el desenlace de «Logan», vemos la tumba de Wolverine, donde se encuentra su cuerpo sin vida. Pero lo que es notable es que en la tumba también hay una «X» tallada en la lápida. Esta «X» es un símbolo de los X-Men y representa el legado de Wolverine como miembro de este grupo de mutantes.
Es interesante notar que, a lo largo de la franquicia de los X-Men, el Profesor X ha sido la máxima representación de los X-Men, pero en el final de «Logan», es Wolverine quien recibe el mérito de la «X» en su tumba. Esto puede interpretarse como un reconocimiento a la importancia de Wolverine en la historia de los mutantes y como un homenaje a Hugh Jackman y su interpretación del personaje.
Los mutantes en la tumba de Wolverine
Además de la «X» en la tumba de Wolverine, también vemos que hay varios objetos y símbolos relacionados con los mutantes. Hay juguetes de los X-Men, flores y mensajes de despedida. Estos elementos representan a los mutantes que han vivido con nosotros a lo largo de las películas de la franquicia.
Es un recordatorio de que los mutantes no son solo personajes de ficción, sino que representan a aquellos que son diferentes y marginados en nuestra sociedad. Es un tributo a todos los mutantes que han luchado y sacrificado por un mundo mejor y más inclusivo.
El simbolismo del clon de Wolverine, X-24
En «Logan», también se introduce a X-24, un clon más joven y más fuerte de Wolverine. X-24 es una versión distorsionada y malvada de Wolverine, y representa la idea del suicidio y la autodestrucción.
El enfrentamiento final entre Wolverine y X-24 es simbólico, ya que representa la lucha interna de Wolverine contra sus propios demonios y su deseo de encontrar la paz. X-24 es una manifestación física de los aspectos oscuros y destructivos de Wolverine, y su derrota a manos de X-24 puede interpretarse como una forma de liberación y redención para el personaje.
La muerte de Wolverine a manos de X-24
En el desenlace de «Logan», Wolverine muere a manos de X-24. Esta muerte es significativa por varias razones. En primer lugar, reafirma la idea de que solo Wolverine puede matar a Wolverine. A lo largo de la película, vemos cómo Wolverine lucha contra su propia naturaleza violenta y destructiva, y su muerte a manos de su clon es una forma de cerrar ese ciclo.
Además, la muerte de Wolverine también es un recordatorio de su mortalidad. A lo largo de las películas de los X-Men, Wolverine ha sido retratado como un personaje prácticamente inmortal debido a su capacidad de regeneración. Sin embargo, en «Logan», vemos a un Wolverine envejecido y debilitado, enfrentando su propia mortalidad y aceptando su destino.
Reflexión sobre la inmortalidad de Wolverine
El final de «Logan» también puede interpretarse como una reflexión sobre la inmortalidad de Wolverine y la naturaleza efímera de la vida. A lo largo de la película, vemos cómo Wolverine lucha con el peso de los años y cómo su cuerpo ya no puede regenerarse como solía hacerlo.
Esta reflexión sobre la inmortalidad también se extiende a los mutantes en general. A lo largo de la franquicia de los X-Men, hemos visto a mutantes que viven vidas largas y a menudo solitarias, enfrentando la realidad de que sus seres queridos envejecen y mueren mientras ellos siguen viviendo. Es un recordatorio de que la inmortalidad no siempre es un regalo, sino una carga que puede llevar a la soledad y al aislamiento.
El final de «Logan» es mucho más que la despedida de Hugh Jackman como Wolverine. Es un desenlace simbólico y emotivo que representa el legado de Wolverine y los X-Men, así como una reflexión sobre la mortalidad y la inmortalidad. Es un final adecuado para un personaje que ha dejado una huella imborrable en el mundo del cine y en los corazones de los fans.