El color púrpura es una película basada en la novela del mismo nombre escrita por Alice Walker. La historia sigue la vida de Celie, una mujer afroamericana que enfrenta numerosos desafíos y adversidades a lo largo de su vida. El final de la película es un momento crucial en la vida de Celie, donde finalmente encuentra la felicidad y la libertad que siempre ha buscado. En este artículo, analizaremos en detalle el final de El color púrpura y exploraremos cómo se desarrollan los diferentes aspectos de la trama.
Celie se reencuentra con su hermana Nettie
Uno de los momentos más emotivos del final de El color púrpura es cuando Celie se reencuentra con su hermana Nettie. Durante años, Celie ha estado separada de su hermana y ha vivido con la tristeza de no saber nada de ella. Sin embargo, en un giro inesperado del destino, Nettie regresa a la vida de Celie y finalmente pueden abrazarse y reconciliarse. Este reencuentro es un momento de alegría y alivio para Celie, ya que finalmente tiene a su hermana de vuelta en su vida.
Celie descubre que su esposo Albert ha estado ocultando las cartas de Nettie durante años
En el clímax de la película, Celie descubre que su esposo Albert ha estado ocultando las cartas de Nettie durante años. Estas cartas eran la única forma de comunicación que Celie tenía con su hermana y Albert las había estado guardando en secreto para mantener a Celie alejada de su familia. Esta revelación es impactante para Celie, ya que se da cuenta de que su esposo ha estado manipulándola y privándola de su derecho a estar en contacto con su propia familia. Esta revelación también marca un punto de inflexión en la relación de Celie con Albert.
Celie se entera de que su padre biológico murió
Otro aspecto importante del final de El color púrpura es cuando Celie se entera de que su padre biológico ha fallecido. A lo largo de la película, Celie ha sufrido abusos y maltratos por parte de su padre, lo que ha dejado cicatrices emocionales profundas en ella. La muerte de su padre representa el fin de una era de dolor y sufrimiento para Celie, y le permite comenzar a sanar y encontrar la paz interior.
Celie se da cuenta de que su esposo Albert ha cambiado y se ha vuelto más amable
A medida que la trama avanza hacia el final de la película, Celie se da cuenta de que su esposo Albert ha experimentado un cambio significativo en su actitud y comportamiento. Albert, quien solía ser cruel y abusivo con Celie, se ha vuelto más amable y comprensivo. Este cambio en Albert es un momento de redención para su personaje y muestra que las personas pueden cambiar y aprender de sus errores. Celie se sorprende y se siente esperanzada al ver este cambio en su esposo.
Celie decide dejar a Albert y comenzar una nueva vida
Después de años de sufrimiento y opresión, Celie toma la valiente decisión de dejar a Albert y comenzar una nueva vida. Esta decisión es un acto de empoderamiento para Celie, ya que finalmente se da cuenta de su propio valor y decide no tolerar más abusos. Celie se enfrenta a sus miedos y se embarca en un viaje de autodescubrimiento y liberación.
Celie se muda a Memphis para vivir con Shug Avery
Después de dejar a Albert, Celie decide mudarse a Memphis para vivir con Shug Avery, una cantante de blues que ha sido una figura importante en su vida. Shug Avery se convierte en una mentora y amiga para Celie, y juntas exploran la música y la creatividad. Esta nueva etapa en la vida de Celie representa una oportunidad para ella de encontrar su propia identidad y seguir sus pasiones.
Celie y Shug desarrollan una relación amorosa
A medida que Celie y Shug pasan más tiempo juntas, su relación se profundiza y se convierte en una relación amorosa. Esta relación es un momento de liberación y aceptación para Celie, ya que finalmente puede experimentar el amor y la intimidad de una manera saludable. La relación entre Celie y Shug también desafía las normas sociales y culturales de la época, ya que ambas son mujeres afroamericanas en una sociedad dominada por hombres blancos.
Celie se convierte en una exitosa empresaria de moda
A lo largo de la película, Celie descubre su talento para la moda y la costura. Después de mudarse a Memphis, Celie decide aprovechar su habilidad y comienza su propio negocio de moda. Con el apoyo de Shug y su comunidad, Celie se convierte en una exitosa empresaria de moda y logra independencia financiera. Este logro es un testimonio del espíritu emprendedor y la determinación de Celie.
Celie se reconcilia con su pasado y encuentra la paz interior
A medida que Celie avanza en su viaje de autodescubrimiento, se enfrenta a su pasado y encuentra la paz interior. Celie aprende a perdonar a aquellos que la han lastimado y a liberarse del peso de la culpa y el resentimiento. Esta reconciliación con su pasado es un momento de sanación y crecimiento para Celie, y le permite seguir adelante con su vida con una perspectiva renovada.
Celie se reencuentra con sus hijos perdidos
Uno de los momentos más emotivos del final de El color púrpura es cuando Celie se reencuentra con sus hijos perdidos. Durante años, Celie ha sido separada de sus hijos y ha vivido con el dolor de su ausencia. Sin embargo, al final de la película, Celie tiene la oportunidad de abrazar a sus hijos y reunirse con ellos. Este reencuentro es un momento de alegría y redención para Celie, ya que finalmente puede estar con sus seres queridos.
Celie se convierte en una figura inspiradora para otras mujeres en su comunidad
A medida que Celie se convierte en una mujer exitosa y empoderada, se convierte en una figura inspiradora para otras mujeres en su comunidad. Celie se convierte en un ejemplo de superación y resiliencia, y su historia inspira a otras mujeres a luchar por sus sueños y encontrar su propia voz. Celie se convierte en una líder y defensora de los derechos de las mujeres, y su influencia se extiende más allá de su propia vida.
Celie encuentra la felicidad y la libertad que siempre ha buscado
En última instancia, el final de El color púrpura es un momento de triunfo para Celie, ya que finalmente encuentra la felicidad y la libertad que siempre ha buscado. A través de su viaje de autodescubrimiento y superación, Celie ha logrado liberarse de las cadenas del abuso y la opresión. Ahora puede vivir una vida llena de amor, éxito y satisfacción personal. El final de El color púrpura es un recordatorio poderoso de la importancia de la resiliencia y la determinación en la búsqueda de la felicidad y la libertad.
