1- Sinopsis
Babadook es una película de terror psicológico australiana dirigida por Jennifer Kent. La trama sigue a Amelia, una madre soltera que lucha por criar a su hijo Samuel, quien tiene problemas de comportamiento y miedos irracionales. Un día, Samuel encuentra un libro titulado «El Babadook» en su estantería y le pide a su madre que se lo lea. A medida que la historia avanza, Amelia comienza a experimentar sucesos extraños y aterradores en su casa, lo que la lleva a creer que el Babadook es real y que está tratando de poseerla. A medida que la tensión aumenta, Amelia se ve obligada a enfrentarse a sus propios demonios internos y a lidiar con su dolor y su depresión.
2- Elementos Cinematográficos
La cinematografía, la música y la dirección son elementos clave que contribuyen al significado global de la película. La dirección de Jennifer Kent es impresionante, ya que logra crear una atmósfera de tensión y misterio desde el principio. La música de Jed Kurzel es igualmente impresionante, ya que utiliza sonidos discordantes y disonantes para crear una sensación de inquietud y malestar en el espectador. La cinematografía de Radek Ladczuk es también notable, ya que utiliza una paleta de colores oscura y sombría para reflejar el estado emocional de los personajes.
3- Su Significado
Babadook es una película que trata sobre la depresión y el dolor, y cómo estos sentimientos pueden afectar a las personas de diferentes maneras. A continuación, se presentan algunos de los temas y mensajes que trascienden la trama principal:
– La importancia de enfrentar nuestros miedos: La película muestra cómo Amelia y Samuel deben enfrentarse a sus miedos y demonios internos para poder superarlos. En lugar de huir de ellos, deben confrontarlos y aceptarlos como parte de sí mismos.
– La soledad y el aislamiento: Amelia se siente sola y aislada después de la muerte de su esposo, lo que la lleva a caer en una depresión profunda. La película muestra cómo la soledad y el aislamiento pueden afectar a las personas y cómo es importante buscar ayuda y apoyo cuando se está pasando por momentos difíciles.
– La importancia de la familia: A pesar de los problemas que enfrentan, Amelia y Samuel se apoyan mutuamente y se mantienen unidos como familia. La película muestra cómo la familia puede ser una fuente de apoyo y fortaleza en momentos de crisis.
– La naturaleza de la depresión: La película muestra cómo la depresión puede afectar a las personas de diferentes maneras, y cómo puede ser difícil de entender y de tratar. La depresión de Amelia se manifiesta en forma de alucinaciones y delirios, lo que la lleva a creer que el Babadook es real.
4- Final Explicado
El final de Babadook ha sido objeto de mucha discusión y debate entre los espectadores. Algunos lo interpretan como una victoria para Amelia, mientras que otros lo ven como una confirmación de que el Babadook sigue presente en su vida. A continuación, se proporciona una explicación del final de la película:
Después de enfrentarse al Babadook y de aceptar su dolor y su depresión, Amelia logra controlar al monstruo y lo encierra en el sótano de su casa. En la última escena de la película, vemos a Amelia y Samuel celebrando el cumpleaños de este último. Amelia parece estar más relajada y feliz que en cualquier otro momento de la película, lo que sugiere que ha logrado superar sus problemas emocionales.
Sin embargo, al final de la escena, vemos que el Babadook todavía está presente en la casa, aunque ahora está bajo control. Esto sugiere que la depresión y el dolor nunca desaparecen por completo, sino que deben ser aceptados y controlados para poder seguir adelante. El final de la película es, por lo tanto, una metáfora de cómo debemos aprender a lidiar con nuestros demonios internos y a aceptarlos como parte de nosotros mismos.
El Babadook como metáfora de la depresión y el dolor de Amelia
El Babadook, una película de terror psicológico dirigida por Jennifer Kent, ha dejado a muchos espectadores desconcertados con su final. A primera vista, puede parecer confuso y abierto a interpretaciones, pero al analizarlo más detenidamente, se revela un significado profundo y poderoso. En este artículo, exploraremos el final de Babadook y su significado, centrándonos en la metáfora del Babadook como representación de la depresión y el dolor de Amelia, la protagonista de la película.
Desde el comienzo de la película, queda claro que Amelia está luchando con su propia angustia y dolor. Ha perdido a su esposo en un accidente de coche y está criando a su hijo Sam sola. Amelia se encuentra en un estado constante de tristeza y desesperación, incapaz de superar la pérdida y seguir adelante. El Babadook, un monstruo oscuro y aterrador, se convierte en una representación visual de su depresión y dolor.
La incapacidad de deshacerse del Babadook
A lo largo de la película, Amelia intenta desesperadamente deshacerse del Babadook. Lo encierra en el sótano y trata de ignorarlo, pero el monstruo siempre encuentra una manera de regresar. Esta incapacidad de deshacerse del Babadook refleja la realidad de la depresión y el dolor: no se pueden simplemente ignorar o desechar. Son parte de nosotros y nos acompañan a lo largo de nuestras vidas.
Amelia intenta buscar ayuda profesional, pero los médicos no pueden ofrecerle una solución rápida y fácil. Esto también es representativo de la realidad de la depresión, ya que no hay una cura mágica que pueda hacer que desaparezca de la noche a la mañana. Es un proceso largo y difícil, y a veces, incluso cuando parece que hemos superado la depresión, puede volver a aparecer en momentos de vulnerabilidad.
Viviendo con el Babadook: Amelia y Sam
A medida que la película avanza, Amelia y Sam se ven obligados a vivir con el Babadook. No pueden simplemente ignorarlo o escapar de él. Tienen que aprender a coexistir con el monstruo y cuidarlo. Esta dinámica refleja la realidad de vivir con una enfermedad mental. No se trata solo de superarla, sino de aprender a vivir con ella y encontrar formas de manejarla.
Amelia y Sam desarrollan una relación simbiótica con el Babadook. Aunque el monstruo es aterrador y peligroso, también les brinda una sensación de poder y control. Amelia se da cuenta de que puede usar al Babadook para proteger a su hijo y enfrentar sus propios miedos. Esta relación complicada y ambigua con el Babadook refleja la complejidad de vivir con una enfermedad mental. A veces, puede ser aterrador y destructivo, pero también puede proporcionar una sensación de fuerza y empoderamiento.
El comentario sobre la convivencia con los demonios internos
El final de Babadook es un comentario poderoso sobre cómo las personas que luchan con enfermedades mentales tienen que aprender a convivir con sus demonios internos. No se trata de encontrar una cura o una solución definitiva, sino de aceptar y abrazar todas las partes de uno mismo, incluso las más oscuras y aterradoras.
En el clímax de la película, Amelia se enfrenta al Babadook y finalmente logra controlarlo. No lo mata ni lo destruye, sino que lo mantiene bajo control en el sótano. Esta escena representa la capacidad de Amelia para enfrentar y controlar su propia depresión y dolor. No desaparecen por completo, pero ella ha aprendido a vivir con ellos y a encontrar una forma de mantenerlos a raya.
El final de Babadook también sugiere que el Babadook no es algo externo a Amelia, sino una parte de ella misma. Es una manifestación de su dolor y sufrimiento, y solo cuando lo acepta y lo abraza, puede encontrar la paz y la estabilidad. Esta idea es extremadamente poderosa, ya que desafía la noción de que las enfermedades mentales son algo separado de nosotros mismos. En cambio, nos invita a reconocer que son parte de nuestra identidad y que podemos encontrar una forma de vivir con ellas.
El final de Babadook es un comentario profundo y poderoso sobre la depresión y el dolor. El Babadook representa la lucha interna de Amelia y su incapacidad para deshacerse de su dolor. A través de la historia de Amelia y Sam, la película nos muestra que vivir con una enfermedad mental no se trata solo de superarla, sino de aprender a convivir con ella y encontrar formas de manejarla. El final nos invita a aceptar y abrazar todas las partes de nosotros mismos, incluso las más oscuras y aterradoras.
