El final de Un crimen argentino: significado y explicación

¡Advertencia de Spoilers!

¡Este artículo contiene detalles reveladores sobre la trama que podrían arruinar sorpresas si aún no has experimentado la historia. Lee bajo tu propia discreción si estás dispuesto a conocer estos elementos antes de explorar la obra por ti mismo.

Año: 2022
Suspense, Crimen
Puntuación de usuarios: 6.2
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La película Un crimen argentino está basada en la novela homónima del periodista Reynaldo Sietecase. La trama se desarrolla en Argentina y se centra en un caso de secuestro civil ocurrido en Rosario a fines de 1980. A lo largo de la película, se exploran las investigaciones y sospechas de los personajes principales, así como la falta de sorpresas y profundidad en la trama.

La base de la trama

La película comienza con el discurso infame del general Videla sobre las desapariciones durante la dictadura. Este contexto histórico es importante para comprender el clima de miedo y violencia en el que se desarrolla la historia. A partir de este punto, se introduce el caso del secuestro del empresario Gabriel Samid.

El juez de instrucción Jorge Neldo Suárez recibe la denuncia del secuestro y decide investigar el caso. La investigación es derivada a los secretarios del juez, Antonio González Rivas y Carlos Torres. A medida que avanzan en la investigación, descubren que los secuestradores exigen un millón de dólares como rescate.

El secuestro y la investigación

Rivas y Torres siguen las pistas y se entrevistan con los familiares de Samid. Descubren que Samid fue visto por última vez en un club nocturno, lo que les da una pista importante para seguir investigando. Deciden tender una trampa a los secuestradores y acuerdan la entrega del dinero en un lugar público.

En este punto, se introduce al personaje del policía Cerbera, quien junto a su pandilla de torturadores, se encargará de atrapar a quien vaya a retirar el dinero. Rivas y Torres sospechan de Cerbera y creen que fue puesto en la investigación por el teniente coronel Ríos. El juez Suárez también sospecha de Ríos y comienza a investigarlo.

Las sospechas y las pistas

A lo largo de la película, se plantean varias sospechas y se siguen diferentes pistas. Los hilos de la investigación llevan hasta un abogado-estafador que acompañaba a Samid la noche que desapareció. Se plantea la posibilidad de que el abogado sea el secuestrador, lo que genera aún más intriga en la trama.

Sin embargo, a medida que avanza la película, se hace evidente que la intriga es débil y que no hay sorpresas ni quiebres en la trama. Los personajes están definidos por una única característica y no son profundos, lo que resta interés a la historia.

La trampa y el papel de Cerbera

Finalmente, llegamos al momento de la trampa. Rivas y Torres se preparan para la entrega del dinero, mientras el juez Suárez sigue investigando a Ríos. La tensión aumenta a medida que se acerca el momento de la entrega.

En el momento clave, Cerbera y su pandilla de torturadores atrapan a quien va a retirar el dinero. Sin embargo, la sorpresa es mínima, ya que se revela que el secuestrador es el abogado-estafador que había sido sospechoso desde el principio. La falta de giros inesperados en la trama hace que el desenlace sea predecible y poco emocionante.

La falta de sorpresas y profundidad en los personajes

Uno de los principales problemas de Un crimen argentino es la falta de sorpresas en la trama. Desde el principio, se sospecha del abogado-estafador y, a medida que avanza la película, se confirma esta sospecha. No hay giros inesperados ni momentos de tensión que mantengan al espectador enganchado.

Además, los personajes carecen de profundidad. Están definidos por una única característica y no se exploran sus motivaciones ni sus conflictos internos. Esto hace que sea difícil conectar emocionalmente con los personajes y que la película se sienta superficial.

El desenlace del caso y su relación con la dictadura

Finalmente, el caso del secuestro de Gabriel Samid resulta ser lo que parecía a primera vista: un secuestro civil sin relación directa con la dictadura. Aunque se menciona el contexto histórico de la dictadura en la película, esta no profundiza en la relación entre el caso y el régimen autoritario.

Un crimen argentino es una película que presenta una trama débil y predecible, con personajes poco desarrollados. Aunque aborda un tema importante como el secuestro durante la dictadura en Argentina, no logra profundizar en la relación entre el caso y el contexto histórico. En definitiva, es una película que deja al espectador con la sensación de que le faltó emoción y sorpresa.

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