1- Sinopsis
El jilguero es una película dramática basada en la novela homónima de Donna Tartt. La trama sigue la vida de Theodore Decker, un joven que pierde a su madre en un atentado terrorista en un museo de arte en Nueva York. En medio del caos, Theo roba un cuadro llamado «El jilguero» y lo guarda consigo como un recuerdo de su madre.
La película sigue la vida de Theo a lo largo de los años, mientras lucha por superar la pérdida de su madre y lidiar con las consecuencias de su robo. La trama se desarrolla en diferentes lugares, desde Nueva York hasta Las Vegas y Amsterdam, y presenta una serie de personajes complejos y emocionalmente desgarrados.
2- Elementos Cinematográficos
La cinematografía de El jilguero es impresionante, con una paleta de colores rica y vibrante que refleja la belleza del arte que se muestra en la película. La dirección de fotografía de Roger Deakins es excepcional, y su trabajo en la escena del atentado en el museo es particularmente impresionante.
La música de la película, compuesta por Trevor Gureckis, es emotiva y conmovedora, y ayuda a establecer el tono emocional de la película. La música también se utiliza para crear tensión en momentos clave de la trama.
La dirección de John Crowley es sólida, aunque la película a veces se siente desequilibrada en términos de ritmo y tono. La trama se siente un poco desordenada en algunos momentos, y algunos personajes no están completamente desarrollados.
3- Su Significado
El jilguero es una película que trata sobre el dolor, la pérdida y la búsqueda de significado en la vida. A través de la historia de Theo, la película explora temas como la culpa, la redención y la importancia del arte en nuestras vidas.
Algunos de los temas y mensajes que trascienden la trama principal incluyen:
– La importancia del arte como una forma de conexión emocional y espiritual.
– La idea de que nuestras acciones tienen consecuencias duraderas.
– La lucha por encontrar significado y propósito en la vida después de una pérdida devastadora.
– La idea de que el amor y la amistad pueden ser una fuente de sanación y redención.
4- Final Explicado
El final de El jilguero es un poco ambiguo, pero hay algunas claves importantes que pueden ayudar a entender su significado.
En la escena final de la película, Theo se encuentra en Amsterdam, donde ha estado viviendo durante varios años. Se encuentra con Boris, un amigo de la infancia que ha estado en su vida desde el día del atentado en el museo. Boris le dice a Theo que ha encontrado una forma de recuperar el cuadro «El jilguero» y le ofrece la oportunidad de unirse a él en el robo.
Theo se niega a unirse a Boris, y en su lugar decide devolver el cuadro a su lugar original en el museo. La película termina con Theo sentado frente al cuadro, contemplando su belleza y recordando a su madre.
El simbolismo de esta escena es poderoso. El cuadro «El jilguero» representa la belleza y la esperanza en medio de la tragedia, y su regreso al museo simboliza la idea de que es posible encontrar la redención y la paz después de una pérdida devastadora.
Además, la decisión de Theo de devolver el cuadro también representa su crecimiento y madurez como personaje. A lo largo de la película, Theo ha luchado con la culpa y la vergüenza por su robo del cuadro, y su decisión de devolverlo muestra que ha encontrado una forma de hacer las paces con su pasado y seguir adelante.
En resumen, El jilguero es una película emotiva y conmovedora que explora temas profundos y significativos. Aunque la trama puede ser un poco desordenada en algunos momentos, la cinematografía, la música y la dirección son impresionantes, y la actuación de los actores es sólida. En última instancia, la película es una reflexión sobre la vida, el amor y la pérdida, y ofrece un mensaje poderoso de esperanza y redención.
El jilguero, dirigida por John Crowley y basada en la novela homónima de Donna Tartt, es una película que ha generado opiniones encontradas entre los críticos y el público. Aunque cuenta con un elenco talentoso y una premisa interesante, la ejecución de la historia deja mucho que desear. En este artículo, analizaremos el final de El jilguero y exploraremos las razones por las cuales la película no logra conectar con el espectador.
Desprolijidad narrativa
Una de las principales críticas hacia El jilguero es su desprolijidad narrativa. La película salta constantemente entre diferentes momentos de la vida del protagonista, Theo Decker, interpretado por Ansel Elgort. Esta estructura no lineal confusa dificulta la comprensión de la trama y hace que sea difícil seguir el hilo de la historia. Además, los saltos temporales no aportan nada significativo a la narrativa y parecen estar ahí solo por el afán de ser «original».
Estructura no lineal confusa
La estructura no lineal de El jilguero también contribuye a la falta de equilibrio en la trama. La película se centra en la vida de Theo después de un trágico incidente en un museo, donde su madre muere y él se lleva consigo un famoso cuadro llamado «El jilguero». Sin embargo, la trama criminal que se desarrolla a partir de este evento apenas se explora y se siente como un elemento secundario en la historia. Esto crea una falta de cohesión y equilibrio en la trama, dejando al espectador con una sensación de insatisfacción.
Falta de equilibrio en la trama
Otro aspecto que contribuye a la falta de equilibrio en la trama es la dificultad para conectar con los personajes. A lo largo de la película, se presentan una serie de personajes desagradables y bizarros que no generan empatía en el espectador. Incluso el protagonista, Theo, carece de profundidad y resulta difícil de comprender y conectar emocionalmente. Esto hace que sea difícil involucrarse emocionalmente con la historia y los personajes, lo cual es fundamental para que una película sea exitosa.
Personajes desagradables y bizarros
La caricaturización exagerada de los personajes en El jilguero también contribuye a la falta de conexión con el espectador. Los personajes secundarios son presentados de manera exagerada y estereotipada, lo cual los hace poco realistas y difíciles de creer. Esto afecta la credibilidad de la historia y hace que resulte difícil tomar en serio los eventos que se desarrollan en la película.
Actuaciones que no conmueven
Las actuaciones en El jilguero también dejan mucho que desear. A pesar de contar con un elenco talentoso, las interpretaciones no logran conmover al espectador. Las emociones parecen forzadas y no se sienten auténticas, lo cual afecta la capacidad de la película para transmitir la profundidad emocional de la historia.
Narración carente de propósito
Otro aspecto que contribuye a la falta de conexión con el espectador es la narración carente de propósito. A lo largo de la película, se presentan una serie de eventos y situaciones sin un objetivo claro. Esto hace que la historia se sienta desordenada y sin dirección, lo cual dificulta la inmersión en la trama.
Puesta en escena que no transmite nada
La puesta en escena de El jilguero también es decepcionante. A pesar de contar con el talento del reconocido director de fotografía Roger Deakins, la película no logra transmitir nada a través de su estética visual. Las imágenes carecen de impacto y no logran capturar la esencia de la historia. Esto contribuye a la falta de conexión emocional con la película y hace que resulte difícil involucrarse en la historia.
Duración excesiva de dos horas y media
Otro aspecto que afecta la experiencia del espectador es la duración excesiva de dos horas y media. La película se siente larga y arrastrada, lo cual dificulta la atención y el interés del espectador. Muchas escenas podrían haber sido eliminadas o acortadas sin afectar la narrativa, lo cual habría mejorado la fluidez y el ritmo de la película.
Trama criminal que apenas se desarrolla
A pesar de que la trama criminal es uno de los elementos centrales de la historia, esta apenas se desarrolla en la película. Los eventos relacionados con el robo del cuadro «El jilguero» y las consecuencias de este acto apenas se exploran, lo cual deja al espectador con una sensación de insatisfacción y falta de resolución.
Confusión en el afán de ser «original»
La confusión en el afán de ser «original» es otro aspecto que afecta la experiencia del espectador. La película parece esforzarse demasiado por ser diferente y única, lo cual resulta en una narrativa confusa y poco clara. En lugar de enfocarse en contar una historia coherente y emocionalmente impactante, El jilguero se pierde en su afán de ser original y termina perdiendo de vista lo que realmente importa en una película: la conexión con el espectador.
Retorcimiento innecesario de la historia original
Otro aspecto que ha generado críticas hacia El jilguero es el retorcimiento innecesario de la historia original. La película se aparta de la novela en varios aspectos, lo cual puede resultar confuso para aquellos que están familiarizados con el libro. Además, estos cambios no aportan nada significativo a la trama y parecen estar ahí solo por el afán de ser diferentes.
Falta de empatía con el protagonista
Uno de los problemas más grandes de El jilguero es la falta de empatía con el protagonista, Theo Decker. A lo largo de la película, Theo se muestra como un personaje distante y poco accesible, lo cual dificulta la conexión emocional con él. A pesar de que sufre una serie de traumas y tragedias a lo largo de la historia, resulta difícil sentir compasión por él debido a su falta de profundidad y desarrollo como personaje.
Momentos tristes y traumáticos forzados en la narrativa
La narrativa de El jilguero también se ve afectada por la inclusión de momentos tristes y traumáticos que parecen estar ahí solo por el impacto emocional. Estos momentos se sienten forzados y poco orgánicos, lo cual afecta la credibilidad de la historia y hace que resulte difícil involucrarse emocionalmente con los personajes y los eventos que se desarrollan.
Falta de conexión con el espectador
En última instancia, la falta de conexión con el espectador es uno de los mayores problemas de El jilguero. A lo largo de la película, resulta difícil involucrarse emocionalmente con la historia y los personajes debido a la falta de desarrollo y profundidad de los mismos. Esto hace que la película se sienta fría y distante, lo cual dificulta la inmersión en la trama y la conexión con los eventos que se desarrollan.
Exceso de saltos temporales
El exceso de saltos temporales en El jilguero también afecta la experiencia del espectador. A lo largo de la película, se presentan una serie de saltos en el tiempo que dificultan la comprensión de la trama y la conexión con los eventos que se desarrollan. Estos saltos parecen estar ahí solo por el afán de ser «original», sin aportar nada significativo a la narrativa.
Dificultad para digerir un relato largo y denso
La dificultad para digerir un relato largo y denso es otro aspecto que afecta la experiencia del espectador en El jilguero. La película cuenta con una duración excesiva y una trama compleja, lo cual dificulta la atención y el interés del espectador. Muchas escenas podrían haber sido acortadas o eliminadas sin afectar la narrativa, lo cual habría mejorado la fluidez y el ritmo de la película.
Falta de elipsis adecuadas en la narración
La falta de elipsis adecuadas en la narración también afecta la experiencia del espectador. A lo largo de la película, se presentan una serie de eventos y situaciones sin una transición clara entre ellos. Esto dificulta la comprensión de la trama y la conexión con los eventos que se desarrollan, dejando al espectador con una sensación de confusión y falta de resolución.
Falta de transmisión de emociones a través de la puesta en escena
La falta de transmisión de emociones a través de la puesta en escena es otro aspecto que afecta la experiencia del espectador en El jilguero. A pesar de contar con el talento del reconocido director de fotografía Roger Deakins, la película no logra transmitir las emociones de la historia a través de su estética visual. Las imágenes carecen de impacto y no logran capturar la esencia de la historia, lo cual dificulta la conexión emocional con la película.
Desaprovechamiento del talento del director de fotografía Roger Deakins
El desaprovechamiento del talento del director de fotografía Roger Deakins es otro aspecto que ha generado críticas hacia El jilguero. A pesar de contar con uno de los mejores directores de fotografía de la industria, la película no logra aprovechar al máximo su talento. Las imágenes carecen de impacto y no logran transmitir la belleza y la profundidad de la historia, lo cual es una oportunidad perdida para mejorar la experiencia del espectador.
El jilguero es una película que presenta una serie de problemas narrativos y de ejecución que dificultan la conexión con el espectador. La desprolijidad narrativa, la falta de equilibrio en la trama, la dificultad para conectar con los personajes y la falta de transmisión de emociones a través de la puesta en escena son solo algunos de los aspectos que afectan la experiencia del espectador. A pesar de contar con un elenco talentoso y una premisa interesante, la película no logra cumplir con las expectativas y deja al espectador con una sensación de insatisfacción.
