La película Bajo terapia es un drama-comedia dirigido por Gerardo Herrero y basado en la exitosa obra de teatro del mismo nombre. La trama gira en torno a tres parejas que deciden asistir a una terapia de grupo con el objetivo de mejorar sus relaciones. Sin embargo, a medida que avanza la terapia, los conflictos y secretos de cada pareja salen a la luz, poniendo en peligro la estabilidad de sus relaciones.
El guión previsible y los clichés en los conflictos de las parejas
Uno de los principales problemas de Bajo terapia es su guión previsible y lleno de clichés. Los conflictos que enfrentan las parejas son los típicos problemas de comunicación, infidelidad y falta de confianza que hemos visto una y otra vez en películas similares. No hay nada nuevo ni original en la forma en que se desarrollan estos conflictos, lo que hace que la trama sea predecible y poco interesante.
Personajes de cartón piedra y problemas alambicados
Además de un guión poco inspirado, los personajes de Bajo terapia se sienten como simples figuras de cartón piedra. No tienen profundidad ni desarrollo, lo que dificulta que el espectador se conecte emocionalmente con ellos. Sus problemas también son alambicados y exagerados, lo que los hace poco realistas y difíciles de creer.
Desbalance entre la comedia superficial y el drama subterráneo
La película intenta combinar elementos de comedia y drama, pero no logra equilibrarlos de manera efectiva. La comedia superficial y los chistes fáciles se intercalan con momentos de drama intenso, lo que crea una sensación de desconexión y falta de coherencia en la historia. El tono de la película cambia constantemente, lo que dificulta que el espectador se involucre emocionalmente con los personajes y sus problemas.
El giro final tramposo y sin sentido
Uno de los momentos más decepcionantes de Bajo terapia es su giro final. Sin entrar en detalles para evitar spoilers, el giro resulta tramposo y carece de sentido dentro de la propia ficción de la película. Parece más una forma de sorprender al espectador que una conclusión lógica y coherente de la historia. Este giro final deja más preguntas sin respuesta que respuestas en sí, lo que genera frustración y confusión en el espectador.
El mensaje metatextual y social que no funciona en la historia
La película intenta transmitir un mensaje metatextual y social sobre las relaciones de pareja y la importancia de la comunicación, pero este mensaje se pierde en medio de la trama poco interesante y los personajes poco desarrollados. No hay una reflexión profunda ni una crítica social efectiva en la historia, lo que hace que el mensaje se sienta forzado y poco relevante.
La influencia teatral en la adaptación a la pantalla
Como mencioné anteriormente, Bajo terapia se basa en una exitosa obra de teatro. Esta influencia teatral se nota en la forma en que la historia se desarrolla en pantalla. La película se siente más como una grabación de una obra de teatro que como una adaptación cinematográfica. Los diálogos son largos y teatrales, lo que dificulta la fluidez de la narrativa y la conexión con los personajes.
Un reparto sólido y actuaciones destacables
A pesar de los problemas en el guión y la historia, Bajo terapia cuenta con un reparto sólido y actuaciones destacables. Los actores logran sacar lo mejor de sus personajes y dan vida a sus conflictos de manera convincente. Destacan las interpretaciones de los protagonistas, quienes logran transmitir las emociones y los dilemas de sus personajes de manera efectiva.
Dirección profesional y pulida de Gerardo Herrero
A pesar de las limitaciones del guión, la dirección de Gerardo Herrero es profesional y pulida. Logra sacar el máximo provecho de los recursos disponibles y crea una atmósfera tensa y claustrofóbica que refleja los conflictos internos de las parejas. La dirección de Herrero es uno de los puntos fuertes de la película y demuestra su habilidad como cineasta.
Dudas sobre la naturaleza de la película
Al finalizar Bajo terapia, quedan dudas sobre qué es exactamente lo que se acaba de ver. La película no logra definir claramente si es una comedia, un drama o una mezcla de ambos géneros. Esta falta de definición dificulta la identificación del público con la historia y los personajes, lo que hace que la película sea olvidable y poco impactante.
Bajo terapia es una película que sufre de un guión previsible, personajes poco desarrollados y problemas alambicados. El desbalance entre la comedia superficial y el drama subterráneo, así como el giro final tramposo y sin sentido, también afectan la calidad de la película. A pesar de esto, el reparto sólido, las actuaciones destacables y la dirección profesional de Gerardo Herrero son aspectos positivos a destacar. Sin embargo, la falta de claridad en la naturaleza de la película y el mensaje metatextual y social poco efectivo hacen que Bajo terapia sea una película olvidable en el panorama cinematográfico.
