El final de la película «Gloria Bell» dirigida por Sebastián Lelio, protagonizada por Julianne Moore, es un final abierto que deja al espectador con muchas preguntas sin respuesta. La historia sigue a Gloria, una mujer de mediana edad que busca llenar un vacío en su vida y encontrar la felicidad en medio de la soledad y la rutina.
El encuentro con Arnold
La trama se desarrolla cuando Gloria conoce a Arnold, interpretado por John Turturro, en una discoteca. A pesar de las diferencias y los obstáculos que enfrentan, como los problemas con sus ex parejas y sus hijos adultos, Gloria y Arnold comienzan una relación complicada pero apasionada.
La relación complicada
A lo largo de la película, Gloria y Arnold experimentan altibajos en su relación. A veces están muy cerca y parecen estar en sintonía, mientras que en otros momentos se distancian y se enfrentan a conflictos. La relación de ambos está marcada por la inseguridad, la desconfianza y la necesidad de llenar un vacío emocional.
Gloria busca desesperadamente la felicidad y la conexión emocional, pero se encuentra constantemente luchando contra la soledad y la sensación de vacío en su vida. Arnold, por otro lado, también está buscando algo en su relación con Gloria, pero sus propios problemas y miedos lo llevan a actuar de manera inconsistente y a veces egoísta.
La búsqueda de la felicidad
Ambos personajes están en una constante búsqueda de la felicidad y la realización personal. Gloria intenta encontrar la felicidad en su trabajo, en sus actividades recreativas y en su relación con Arnold. Sin embargo, se da cuenta de que la verdadera felicidad no puede depender de otra persona, sino que debe venir de dentro de ella misma.
Arnold, por su parte, también está buscando la felicidad, pero parece estar atrapado en su pasado y en sus propios problemas emocionales. A medida que la relación avanza, Gloria se da cuenta de que no puede cambiar a Arnold ni llenar el vacío en su vida. Ella debe encontrar su propia felicidad y aprender a estar bien consigo misma.
La liberación de Gloria
En el clímax de la película, Gloria finalmente se libera de la necesidad de llenar un vacío en su vida a través de una poderosa escena en la que canta a todo pulmón la canción «Gloria» de Laura Branigan en su auto. Esta escena simboliza la liberación de Gloria de las expectativas y las limitaciones impuestas por los demás.
Gloria se da cuenta de que no necesita a nadie más para ser feliz y que puede encontrar la felicidad en sí misma. Esta escena es un momento de empoderamiento para Gloria y representa su transformación personal a lo largo de la película.
El final abierto
El final de «Gloria Bell» es abierto y ambiguo, dejando al espectador con la incertidumbre sobre el futuro de Gloria y Arnold. Después de la liberación de Gloria, la película termina con una escena en la que ambos personajes se encuentran en una fiesta. No se revela qué sucede después, dejando al espectador con la pregunta de si Gloria y Arnold continuarán juntos o si seguirán caminos separados.
Este final abierto refuerza el tema central de la película sobre la soledad y la necesidad de llenar un vacío en la vida. No hay respuestas definitivas, ya que cada espectador puede interpretar el final de manera diferente. Algunos pueden creer que Gloria y Arnold encontrarán la felicidad juntos, mientras que otros pueden pensar que es mejor que sigan sus propios caminos.
En última instancia, «Gloria Bell» es una película que explora la complejidad de las relaciones humanas y la búsqueda de la felicidad en medio de la soledad. El final abierto invita al espectador a reflexionar sobre su propia vida y las decisiones que toman para encontrar la felicidad y llenar el vacío en sus propias vidas.
